Muchas de las criptomonedas que existen en el mercado tienen una forma parecida de funcionar en términos generales. La mayoría tienen como concepto fundamental la descentralización. Es decir, que la supervivencia y evolución de la moneda no dependa de un organismo sino que dependa de una comunidad que se preocupa y trabaja con ella.
La comunidad al fin y al cabo está formada por un conjunto de ordenadores conectados que facilitan las transacciones y la operativa de la moneda, los desarrolladores que incorporan de manera constante mejoras y definen el camino a seguir en estas mejoras y los propios usuarios de la moneda.
Cómo se organiza la comunidad y cómo se aprueban las decisiones es el cometido del algoritmo de consenso
Origen del algoritmo de consenso
Bitcoin en su día marcó una manera de trabajar. Para validar las transacciones los mineros (los ordenadores que validan las transacciones) debían, para cada transacción, dedicar muchísimo esfuerzo (tiempo y energía eléctrica) para conseguir el consenso que permitiese decir que ese bloque o conjunto de transacciones era válido. La palabra consenso es lo que define y diferencia a blockchain: será un único ordenador el que consiga hallar la solución para validar un bloque que lleva adjuntas muchas transacciones pero, a la vez, muchísimos otros ordenadores habrán malgastado energía y tiempo para no quedar los primeros y serán éstos los que reciban la solución del primero. Si los cálculos del minero que ha encontrado la solución son correctos el resto de mineros darán su aprobación y se conseguirá el consenso, traspasando ese bloque de una manera definitiva a la cadena de bloques. Este proceso se le llama Proof of Work (PoW) y es un algoritmo de consenso que cada vez se está quedando más obsoleto porque, entro otras cosas, gasta muchísima energía.
El nuevo algoritmo, Proof of Stake o PoS
Con la premisa de intentar encontrar eficiente se comenzó a trabajar en algoritmos nuevos. Fue entonces cuando hemos podido ver criptomonedas que utilizan otro algoritmo: el Proof of Stake.
Imagina una moneda que utilice este algoritmo. Podrías comprar una cierta cantidad de ella y tenerla en tu propia billetera en tu ordenador. Esto te daría la capacidad de poder convertirte en un nodo autorizado para validar transacciones.
¿Cómo se escoge quién valida las transacciones?
El algoritmo definido por la criptomoneda será el que escoja a la persona que va a proponer validar un bloque o conjunto de transacciones. De entre todos los poseedores de monedas se escogerá un validador de manera aleatoria entre quien tengan más monedas. Sí, entre quien tenga más monedas. La razón de escoger a los que poseen un mayor volumen de ellas es porque estas personas son las más interesadas en que el desarrollo y evolución de la moneda vaya bien. Cualquier rumor o noticia sobre posibles fraudes en las validaciones tiraría el precio de la moneda hacia abajo porque los usuarios comenzarían a venderlas en los mercados. Tiene sentido, entonces, que los más interesados en que la moneda no pierda valor ni sufra problemas son los que poseen más volumen.
El validador “forja” un bloque ya existente (en el caso del algoritmo Proof of Work los bloques se generan desde cero) y lo envía a revisar a otros usuarios, quienes cerifican que esté correctamente validado. El validador es en este momento quien percibe las comisiones de la transacción.
¿Qué condiciones tengo para validar transacciones PoS?
Básicamente lo que tendrás que hacer es congelar por un tiempo determinado (es parecido a un plazo fijo de un banco) las monedas. Durante este período no podrás venderlas y se convertirán en la garantía de que estás haciendo las cosas bien. En el caso de que generes bloques inválidos de manera intencionada con el objetivo de corromper la red comenzarán a actuar las slashing conditions, que son las reglas que definen las “multas” que deberás pagar en ese caso. Puedes llegar a perder tus fondos completamente, por lo que tiene sentido que el validador siempre va a querer hacer bien las cosas. Es más que probable que lo que pierda sea mayor que el propio beneficio.
Como todo algoritmo con el tiempo se va mejorando y optimizando. Uno de los mayores y más conocidos riesgos en el PoS es el del posible ataque del 51%. Es decir, qué es lo que pasa cuando un usuario posee más del 50% del circulante de la moneda y acaba cogiendo el control. En futuros posts abordaremos este tema que también tiene solución.
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