IOT o el Internet de las Cosas (Internet of things)

El internet de las cosas puede ser un término que muchos habréis oído hablar, o quizás, alguno no esté familiarizado con ello. Al Internet de las cosas, también se le conoce por las siglas IoT, por su referencia en inglés a Internet of Things. Básicamente, se trata de un concepto abstracto que va más allá de lo que unos definen como ‘las cosas cotidianas que se conectan a internet’. Se trata de una realidad con muchas promesas por delante, que son posibles, gracias al uso y desarrollo de la tecnología.

Sabemos que, desde años atrás,venimos explorando varios avances en el sector tecnológico, así como hemos logrado hacer que nuestra vida sea más interactiva, o lograr que nuestro propio hogar sea inteligente. Es así como con el Internet de las cosas, nos referimos a una red que interconecta aquellos objetos físicos que se valen del uso de internet.

IoT funciona gracias a los chips, sensores, y circuitos de los objetos, como los que tienen nuestros smartphones, por ejemplo. Cada objeto conectado a internet tiene una IP específica, y con esta IP puede ser accedido a recibir instrucciones, conectar con un servidor externo, y enviar datos recogidos.

Algunos proyectos de blockchain están muy focalizados en este terreno ya que se trata de una tecnología ideal para desarrollarse en el IOT.

En pocas palabras, estamos hablando de que el Internet de las cosas supone la digitalización del mundo físico, con esa relación entre objeto y personas, que, a través del uso de internet, ofrecen información en tiempo real. Con esto, estamos hablando de mejoras y avances tecnológicos que podrán hacer nuestra vida más fácil, más informada, así como optimizar objetos y funciones para la vida diaria.

El futuro del IoT en la vida cotidiana

Todos tenemos objetos que usan la tecnología; ordenadores, aplicaciones, termostatos, WiFi, smartphones, coches, etc. Pero no todo se queda en aquello que conocemos, cada año, se innovan y presentan objetos relacionados con el IoT. La CES (International Consumer Electronics Show) destacó objetos interesantes como un coche Mercedes Benz F015 que se conduce solo, varios robots y drones, un televisor LG OLED flexible de 195cm. con 4K, una tablet  DELL Venue 8 7000, un smartwatch Activé Pop de Withings, el servicio por internet de Dish, y Sling TV, entre otras cosas. En el terreno blockchain Iota ha cerrado acuerdos con Volkswagen, por ejemplo. 

Entre las charlas que dan sobre el Internet de las cosas, se hablan de objetos conectados a una nube propia, intercambiando información para interactuar, y ser controlados desde un aparato sencillo tipo smartphone o un portátil.

Aquí una breve lista de algunos ejemplos de objetos que, próximamente, serán aún más ‘inteligentes’ y serán parte de nuestra vida diaria:

  • Termostatos que regularán la temperatura para ahorrar energía, al detectar que no hay nadie ne casa.
  • Secadoras que podrán subir y bajar la temperatura al secar la ropa, gracias a una aplicación remota.
  • Neveras que registran cuando ciertos productos han expirado, y nos avisará que los repongamos.
  • Parches que medirán la temperatura de los niños, y avisarán a los padres.
  • Teteras que se encenderán solas al llegar la gente a casa, y así estarán listas para el té.
  • Un horno que intercambia información con la nevera, y sabiendo la comida que hay, sugerirá recetas para hacer al horno.
  • Coches inteligentes que se conducen solos.

¿Os imagináis vuestra casa con este tipo de cosas? Suena flipante, pero todo esto no está lejos de la realidad, porque muchas cosas ya están en proceso de ser así. Así que, no todas estas ideas vienen solo de la ‘ciencia ficción’. Incluso el tema del coche inteligente, ya es algo muy conocido hoy en día.

La tecnología está a la vuelta de la esquina, y gracias a internet, podremos hacer uso de ella. Es por ello que, el presidente de Samsung, Boo-Keun Yoon, dijo que nueve de cada diez electrodomésticos de su empresa (ordenadores, televisores, móviles, smartwatches, etc.) serán parte del Internet de las cosas en dos años. Esto crea mucha expectativa en el sector, y lo mismo piensan hacer otras empresas.

Está claro que, muchos de estos cambios pasarán inadvertidos, puesto que llega un momento en que no nos cuestionamos cómo hemos llegado hasta aquí, o cómo era antes nuestra vida sin estos objetos. Si no que, por el contrario, nos adaptamos a ello como parte de la vida cotidiana, y no nos parecerá extraño que nuestro ventilador se sincronice con el termostato, y se apaguen solos para ahorrar energía, por ejemplo.

Muchos de nosotros, o los denominados millennials, hemos crecido con la tecnología, y nuestra evolución y crecimiento ha ido de la mano con ella.

Las Smart Cities

Otro de los conceptos actuales, es el tema de ‘las ciudades inteligentes’, o Smart Cities.

En este concepto, se trata de permitir que el ciudadano esté conectado gracias a su smartphone, puesto que necesitará una gran optimización de recursos, después de saber que, en el 2020, el 70% de la humanidad vivirá en las ciudades. Se dice que también, en dicho año, cada persona podría tener hasta diez dispositivos conectados a internet, y las ciudades tendrán 50.000 millones de sensores que aportarán 1.800 Zettabytes de datos.

Estos datos nos proporcionarán información sobre el clima, incidencias, el tráfico, niveles de CO2 en el aire, la temperatura, etc. No solo eso, también se planea que ciertos objetos de la ciudad tengan sensores, como los contenedores de basura para optimizar las rutas de recogida y gastar menos CO2, por ejemplo.

El congreso mundial Smart City Expo, ha atraído a ciudades interesadas en invertir para llevar esto acabo, ciudades como: Barcelona, Berlín, Nueva York, San Francisco, Londres, Toronto, y París.

Esto será beneficioso a la hora de reducir los atascos y la contaminación, dar prioridad a otros medios de transporte, y aprovechar las energías alternativas.

Tecnología clave para el IoT

Después de varios ejemplos mencionados, es notable que el IoT está más enfocado al propio hogar, en el que podemos contar con aparatos, gadgets, electrodomésticos, y servicios, que puedan estar conectados a la red.

El Internet de las cosas aprovecha para medir parámetros externos (como la luz, energía, actividad, humedad, temperatura, etc.) sin la necesidad de la interacción humana y de forma automática. Así, los datos viajan a un centro de procesamiento para que se hagan decisiones en tiempo real. Para eso blockchain es la tecnología ideal.

En el IoT, lo que cuenta son los procesadores pequeños y de consumo menor. Da igual si son sencillos o no muy potentes. El procesador y la plataforma se encargan de gestionar la información, la cual, debe venir de los sensores. Es un elemento hardware que interactúa entre el entorno y nuestra tecnología, obteniendo los datos que necesitamos.

Aunque existen muchas empresas y fabricantes que desarrollan los procesadores (MediaTek, Intel, ARM), uno de los más llamativos y conocidos es Arduino; basado en procesadores RISC de Atmel, que permite a las personas diseñar ideas bajo un concepto básico de electrónica y programación. Con Arduino, se están creando diferentes dispositivos e iniciativas que satisfacen las necesidades del IoT como sensores para el hogar, gestión de cámaras de vigilancia, circuitos con control, o termostatos tipo Nest.

Los sensores pueden ser desde botones sencillos, sensores de ultrasonido, de luz o distancia, o tipo táctiles, acelerómetros, de inclinación, humedad, presión, altitud, etc. Arduino ha ayudado a bajar el coste de componentes y ofrece amplio catálogo en su tema.

Los elementos importantes

Existen varias tendencias, y elementos principales, cuando se habla del Internet de las cosas:

  • La plataforma
  • Sistemas operativos
  • Procesadores y su arquitectura
  • Ecosistemas y estándares
  • Procesamiento de corriente de eventos
  • Redes de área extensa de baja potencia
  • Redes de internet de corto alcance y baja potencia
  • Gestión de dispositivos
  • Analítica
  • La seguridad

Todas ellas se complementan para ser una clave de éxito si se junta bien el software con su hardware de calidad, dando seguridad, y proporcionando una sofisticación de datos para hacer posible lo que el Internet de las cosas se propone.

El internet de las cosas, hoy en día

Como es lógico, muchas empresas se han interesado en invertir soluciones inteligentes gracias a la recopilación de datos, que hablan sobre el comportamiento del individuo y la tecnología. Las empresas son conscientes de la necesidad que implica conocer al usuario para así tomar futuras decisiones en lo que puede mejorar nuestra vida.

El Internet de las cosas espera conocer del todo al consumidor, adaptando así los productos, servicios, y experiencias, para hacerles la vida más fácil, y, en consecuencia, que el consumidor sea fiel a una marca (cuando se trata de empresas).

Hoy en día, el sector privado está haciendo que el Internet de las cosas sea algo más popular gracias a la maquinaria que emplean para la producción en masa (robots, control de producción, y uso de sensores), el control de la infraestructura urbana (monitores y cámaras para el tráfico, semáforos, puentes, trenes, etc.), el control ambiental (sensores meteorológicos, sísmicos, y atmosféricos), y el sector de salud (monitorear pacientes y ambulancias).

En general, hay aplicaciones del Internet de las cosas para un montón de situaciones. Aunque, está claro que el Internet de las cosas también tiene como objetivo, estar implementado en el mercado de consumo en cuanto al hogar, puesto que tiene un alto índice de futuros compradores que tendrán su casa equipada para hacer uso de ello.

 

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